En una “Escuela de la Forma” los alumnos deben ser capaces de plasmar la información que trabajan en un objeto, en algo tangible y real. No se debe confundir esta metodología con hacer trabajos decorados o manualidades. El constructivismo sostiene que el alumno es quien tiene la oportunidad no solo de investigar el conocimiento sino de cuestionarlo, interpretarlo y buscar aplicaciones en su entorno social.
Los objetos que se logran puede ser un ensayo, un modelo iconográfico, una representación teatral, un vídeo, un trabajo de cerámica, pintura… La creatividad del ser humano es infinita y nuestro compromiso es conducirla hacia una mejor sociedad para construir un mejor futuro